El trabajo de Ingrid Van Munster es el resultado de un profundo estudio de materiales, altos estándares técnicos y una entusiasta investigación intelectual.
La ceramista gira sus piezas y las cuece en gas a 1300°C.

Sobre las formas, traídas a evolucionar, una deformación de la mano rompe siempre la perfección. Un gesto imprescindible para estructurar y dar vida.
Sus esmaltes mate en colores fuertes completan la pieza y completan el camino ya recorrido hacia la posibilidad de transmitir una emoción.

Ubicación

Pirineos cátaros

Situado al este de Ariège, en el límite del Aude, este territorio, denominado "País de Arte e Historia", gira en torno a [...]

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