Castillo de Roquefixade

Abajo, un patio rodeado de muros cortina siguiendo la línea de cumbrera. En la parte superior, el propio castillo, accesible por una torre de puertas, una especie de esclusa de aire cerrada por dos puertas chicanas.
La existencia del castillo de Roquefixade está atestiguada desde 1034. Los primeros señores conocidos son señores de Pailhès, rama de la familia de Rabat, y todos llevan el nombre de Bernard Amiel de Pailhès. Durante la cruzada contra los albigenses, participaron en todas las batallas junto a los condes de Toulouse y Foix, de los que eran vasallos.
En 1278, el castillo fue comprado por el rey, quien se encargará del mantenimiento y la reorganización de las fortificaciones y mantendrá allí una guarnición compuesta por un escudero, un vigía, un portero, doce sargentos y perros guardianes.
En 1463, Luis XI devolvió el castillo a Gastón IV, conde de Foix.
En 1632, Luis XIII ordenó el desmantelamiento de los castillos de Montaut, Tarascon, Labastide de Sérou y Roquefixade.
En 1675, la châtellenie fue vendida por encargo a Vital Guilhon de Lestang, barón de Celles, cuya familia la conservó hasta la Revolución. Luego se vende como propiedad nacional.

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