No sabemos cuándo se abandonó el lugar pero quedan los restos del primer piso de una bella torre del homenaje rústica, cuya particularidad es la de ser una torre de espolón, forma poco común en la zona. Sin embargo, la muralla que rodea la fortaleza ya casi no es visible, al igual que los edificios construidos en su interior. El panorama del valle y de las ruinas del castillo de Calamès (siglos XIII-XV) es particularmente impresionante y merece la pena el viaje.
A los pies de la Torre, consolidada por voluntarios del pueblo en julio de 2009, un indicador de mirador panorámico y un panel explicativo hacen más agradable su visita a este sitio.
Ubicación
Pirineos de Ariège
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